Salud Masculina
- www.saludymedicinas.com.mx
- 12 mar 2016
- 6 Min. de lectura
Enfermedades del pene, cáncer de próstata e hiperplasia prostática benigna son algunos de los trastornos que afectan exclusivamente a la salud masculina; no obstante, sus principales amenazas, sin ser padecimientos sólo de varones, son las enfermedades cardiacas.

Cáncer de próstata, mortal y silencioso padecimiento
La formación y crecimiento descontrolado de células malignas en los tejidos de la glándula prostática es enfermedad que se conoce como cáncer de próstata, tumor maligno segundo más frecuente y tercero entre las causas de muerte de hombres en todo el mundo.

La glándula prostática o, simplemente llamada próstata, forma parte del aparato reproductor masculino y se localiza justo debajo de la vejiga, delante del recto y rodeando a la uretra, cuya función principal es secretar un líquido, componente del semen, que favorece la movilidad de los espermatozoides.
Con la edad, el riesgo de que el hombre padezca trastornos en esta parte del cuerpo aumenta, sin embargo, de todas las enfermedades que afectan a la próstata la más grave es el cáncer.
¿Qué causa el cáncer de próstata?
Aunque sus causas específicas se desconocen, los especialistas señalan que puede ser de origen multifactorial, es decir, que existen varios factores de riesgo en torno a su aparición, entre ellos:
Edad. Tener más de 65 años, es raro que afecte a hombres menores de 40 años.
Raza. Ser afroamericano conlleva mayor riesgo de padecerlo.
Antecedentes familiares. Tener familiares en primera línea como padres o hermanos con problemas malignos de próstata, eleva 25% las probabilidades de padecerlo, según especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Hormonales. Según estudios existe relación entre el crecimiento de tumores malignos en la próstata y los niveles hormonales de andrógenos (hormonas masculinas) como la testosterona, por lo que hombres con testículos con función normal tienen mayor riesgo, a diferencia de eunucos en los que no aparece este tipo de cáncer. Al parecer, el desequilibrio hormonal altera la respuesta a nivel celular de la próstata, provocando un crecimiento descontrolado de la misma.
Asimismo, factores como estilo de vida poco saludable, sin alimentación adecuada, abuso de alcohol, drogas y tabaco, obesidad, sedentarismo y exponerse a ambientes muy contaminados se han relacionado con este padecimiento.
El cáncer de próstata no suele presentar síntomas en etapas tempranas Los síntomas se presentan cuando el tumor ha crecido demasiado o ha invadido otras partes del organismo, ya que en sus etapas iniciales no tiene manifestaciones, únicamente malestares menores.
No obstante, pueden existir uno o varios de los síntomas típicos del síndrome prostático como:
Polaquiuria tanto en el día como en la noche (aumento del número de veces que se tiene necesidad de orinar).
Disuria (molestias o dolor al orinar).
Disminución de la fuerza y calibre del chorro de la orina.
Dolor en la parte baja de la espalda.
Dolor al eyacular.
Hematuria (sangrado con la orina).
Incontinencia paradójica o micción por rebosamiento (fuga de orina por vaciamiento incompleto de la vejiga/goteo).
Cabe mencionar que estas son manifestaciones locales del tumor de próstata, pero también existen otros síntomas de extensión de la enfermedad más allá del tejido de dicha glándula, como son:
Síndrome constitucional, es decir, la pérdida del estado general de salud del paciente, que incluye manifestaciones como: anorexia, pérdida involuntaria de peso, fiebre, sudoración nocturna, cefalea, entre otros.
Síndrome de compresión medular, que se presenta como una complicación en el marco de pacientes con estadios avanzados de cáncer, en que se ha diseminado y oprime la médula espinal. El dolor es la primera manifestación clínica en hasta 90% de los casos, que suele ser progresivo y acompañado de debilidad muscular y dificultad motora.
Edema de miembros inferiores (por compresión venosa o linfática).
Fracturas patológicas por hiperparatiroidismo.
Uropatía obstructiva bilateral cuando el tumor de próstata se infiltra a la base de la vejiga.
Insuficiencia renal crónica.
Dolor lumbar.
Alteraciones rectales como estreñimiento severo, que provoca rectorragias (hemorragias en recto).
Tenesmo rectal (ganas frecuentes de defecar).
Además la metástasis puede afectar pulmones, hígado, glándulas suprarrenales e incluso provocar cáncer de piel.
Diagnóstico temprano, seguro de vida contra el cáncer de próstata
En este tipo de cáncer, aunque es uno de los más frecuentes, basta con una revisión médica oportuna para disminuir el riesgo de desarrollarlo. Por ello el diagnóstico es clave para su prevención y/o tratamiento adecuado.
Por lo general, el cáncer de próstata se diagnostica mediante los siguientes exámenes:
Tacto rectal o examen digital del recto. El médico palpa la próstata a través de la pared del recto en busca de bultos o áreas anormales.
Prueba de antígeno prostático específico. Mediante análisis de muestra de sangre del paciente se miden las concentraciones del antígeno prostático específico, sustancia producida por la próstata, que se puede encontrar en mayor cantidad en la sangre de los hombres que tienen cáncer de próstata.
Ecografía transrectal. Estudio basado en tecnología de ultrasonido, en el cual se inserta una sonda en el recto para examinar la próstata. La sonda utilizada tiene aproximadamente el tamaño de un dedo.
Biopsia. Se toma muestra de células o tejido para ser estudiados mediante microscopio por un patólogo, a fin de detectar células cancerosas. Hay tres tipos de biopsia utilizados para diagnosticar el cáncer de próstata.
Biopsia transrectal. Extracción de muestra de tejido prostático mediante la inserción de una aguja fina a través del recto hasta la próstata.
Biopsia transperineal. Se toma muestra de tejido de la próstata mediante la inserción de una aguja fina a través de la piel entre el escroto y el recto hasta la glándula prostática.
Biopsia de las vesículas seminales. Por medio de aguja se extrae líquido de las glándulas que elaboran semen.
Para saber si el cáncer afecta toda la glándula, a una parte o si se ha diseminado hasta otras zonas del cuerpo, los especialistas proceden a la estadificación, proceso en el que mediante la aplicación de varias pruebas se reúne información para determinar el estadio de la enfermedad y de esta forma planificar el tratamiento. Entre dichas pruebas se encuentran:
Exploración ósea con radionúclidos. Se utiliza para determinar la presencia de células cancerosas en los huesos, para lo cual se inyecta una pequeña cantidad de material radiactivo en una vena y este se desplaza por el torrente sanguíneo. El material radiactivo se deposita en los huesos y se detecta mediante escáner.
Resonancia magnética. Mediante imán, ondas de radio y una computadora se crean imágenes detalladas del interior del cuerpo. Así se puede observar si el cáncer de próstata se ha extendido a otros órganos.
Linfadenectomía pélvica. Cirugía mediante la cual se extirpan los ganglios linfáticos de la pelvis, cuyo tejido es examinado por el patólogo a través de microscopio para determinar si hay células malignas.
Tomografía computarizada. Con base en tecnología de rayos X conectada a computadora, se realiza serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo, desde diferentes ángulos, a fin de ver a detalle qué órganos están afectados por el cáncer.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para cáncer de próstata?
El método terapéutico depende de qué tan avanzado esté o en qué grado afecta el cáncer tanto a la próstata como el estado general del paciente, pues cada caso es diferente. Las opciones van desde:
Observación cuidadosa y vigilancia médica sin tratamiento, en caso de que sea cáncer inicial y de lento crecimiento.
Cirugía tanto para retirar el tumor de la próstata o extirpar los testículos, principal fuente de producción de testosterona, a fin de detener el crecimiento descontrolado de las células cancerosas.
Tratamiento hormonal. Medicamentos tomados e inyectados cuya fórmula contiene hormonas que ayudan a disminuir la velocidad de crecimiento del tumor.
Radioterapia. Exposición a radiaciones para eliminar células cancerosas.
Quimioterapia. Administración de medicamentos, ya sea por vía oral o mediante inyecciones, para destruir células cancerosas.
Cabe mencionar que estas opciones se pueden combinar a consideración del médico tratante y del caso específico del paciente. Asimismo, como todo paciente oncológico necesita que le brinden apoyo psicológico a la hora de aceptar el diagnóstico y pronóstico de su enfermedad, lo más conveniente es contar con atención multidisciplinaria (urólogo, andrólogo, oncólogo, psicólogo, psiquiatra, profesionales de enfermería, etc.).
¿Cómo prevenir el cáncer de próstata?
Acudir a revisiones médicas periódicas para un diagnóstico oportuno, pues si se detecta en etapas tempranas hay más probabilidades de curación.
Realizarse prueba de antígeno prostático específico entre los 45 y 55 años de edad, como parte de los exámenes de apoyo al diagnóstico temprano.
Mantener estilo de vida saludable, que incluya:
Dieta equilibrada con bajo contenido de grasas saturadas y carbohidratos, con alto contenido de antioxidantes y ácidos grasos esenciales (Omega 3). También es recomendable incluir productos de soya.
Respetar los horarios de comida (no malpasarse).
Evitar hábitos nocivos como fumar, usar drogas y consumo excesivo de alcohol.
Practicar ejercicio de forma regular.
Practicar sexo seguro con personas sanas; abstenerse de la promiscuidad.
Dormir bien (8 horas diariamente).
Evitar exponerse a situaciones de alto grado de estrés.
Utilizar la protección adecuada en caso de que la actividad laboral implique la manipulación o exposición a químicos o sustancias tóxicas o de manejo delicado.
Consulta a tu médico.
コメント